Las mejores cosas de la vida —nuestros amores más profundos, los lugares que nos emocionan e incluso los estilos de vida que elegimos— surgen de una sencilla combinación entre lo extraño y lo familiar. Necesitamos lo extraño, lo desconocido para que nos saque de nosotros mismos, para empujarnos hacia adelante, para hacernos mirar a la vuelta de la esquina y sorprendernos una y otra vez; y necesitamos lo familiar para que nos haga aterrizar, para ofrecernos estabilidad y calidez, para, acaso, tener un marco inalterable por el que pasan imágenes cambiantes.
Este año tan difícil hemos tenido la valentía de seguir adelante, de intentar que lo anormal se volviese cotidiano y crear normalidad y familiaridad por encima de lo que nos está pasando.
Quiero y queremos agradeceros que sigáis viniendo al Estudio y que nos consideréis una actividad prioritaria. Y por eso queremos regalaros lo que nos saca de esta normalidad, lo extraño o lo hermoso, lo que al fin y al cabo nos conecta con la emoción y con el cuerpo.
Un poquito de arte, una meditación, quizás, sobre lo aparentemente efímero. Es nuestra obligación moveros, removeros y agitar vuestros sentidos, desestabilizar vuestras creencias, haceros conscientes de vuestro cuerpo y dueños de él, a veces con éxito y otras no.
Las semillas no se saben Flor. El Estudio de Prado te invita a germinar desde la conciencia corporal que la práctica guiada de Pilates despierta. Florecer es cosa tuya.
Siempre, pero este año en especial, nuestro objetivo es vuestro cuidado.
¡Feliz Primavera!
Prado Camacho
Nuestro primer regalo es para la vista, aunque no solo, con la exposición de Blue. Pero atentos, aún están por llegar algunas sorpresas más.
Agradezco al Equipo su entrega y apasionada profesionalidad. Con todo mi respeto y cariño. Gracias